Benjamín Napadensky M.
Bar Mitzvá

Hola. Me llamo Benjamín Napadensky Miquel. Mis papás se llaman Ricardo y Marilú. Tengo cuatro hermanos: Ricardo (29), Paulette (27), Cristobal (25) y Marilú (25).
Estudio en el Instituto Hebreo, en el 7º “A”.
Los sábados voy a la Brigada Juvenil de la Bomba Israel.
Mis hobbies son dibujar, escuchar música y conversar con mis amigos.
Estoy muy contento de realizar mi Bar Mitzvá porque me convertiré en un hombre judío tanto mental como espiritualmente.

Behar - Bejukotai

Después que hubieron tomado posesión de Canaán, los judíos debieron observar cada séptimo año como uno de Shemitá (sabático) para la tierra. Durante su transcurso no debía sembrar los campos ni podar los viñedos como así tampoco levantar la cosecha que hubiere crecido espontáneamente. Cada cincuenta años debía observar el Iovel (jubileo) que sería proclamado en Yom Kipur. Durante ese año los campos no podría ser sembrados. Además, los esclavos hebreos debía ser liberados y todas las tierras devueltas a los dueños originales. Por consiguiente, el precio de la tierra que se vendía debía estar basado en la cantidad de años que restaban hasta el Iovel. La tierra vendida a causa de la pobreza del propietario, podía ser redimida por un pariente del dueño original o por este mismo. Si alguien debía vender una casa en una ciudad amurallada, tenía un año de tiempo para redimirla. Debía hacerlo durante ese lapso, después del cual ya era demasiado tarde. Empero las casas en aldeas y ciudades apartadas para los Leviim volverían a sus dueños originales durante el Iovel.
Se debía prestar dinero a un judío pobre sin cobrarle intereses. Si el indigente se veía obligado a venderse como esclavo, el amo judío debía tratarlo como un sirviente contratado y con respeto. El sirviente sería puesto en libertad durante el Iovel. Un pariente rico podía redimir a un sirviente judío pagando a su amo una suma basada en la cantidad de años que restaban hasta el Iovel.
En la segunda Parashá, La Torá promete prosperidad para los israelitas, siempre y cuando éstos cumplan con los preceptos de D’s, mientras que si no se comportaban de acuerdo a lo que se esperaba del Pueblo Elegido, serían reprendidos por D’s. El Séfer Vaikrá, Levítico, concluye con una descripción detallada del proceso a través del cual el individuo puede hacer un voto para darle al Beit Ha Mikdash el valor monetario equivalente a una persona, un animal o una propiedad.
Yo creo que una de las cosas que podemos aprender de esta Parashá es que se deben cumplir con todos los preceptos que nos ordenó D’s, ya que El nos creó y conoce nuestras debilidades y fortalezas. Uno de los preceptos importantes que vemos aquí es el del año sabático o Sehmitá y el Jubileo o Iovel. Esto nos enseña que todo trabajo debe tener un sentido, y sólo si sabemos detenernos periódicamente para contemplar qué es lo que hemos hecho con lo que D’s nos dio podremos apreciar el sentido de las cosas.

Shabat Shalom
Benjamín Napadensky M.

Volver

COMUNIDAD ISRAELITA DE SANTIAGO - Comandante Malbec 13210 - Lo Barnechea - Fono: (562) 216 3302 - Fax: (562) 216 1535