Nicolás Cosio L.
Bar Mitzvá

Hola. Me llamo Nicolás Cosio Lewis. Mis papás se llaman Jessica y Sergio. Tengo tres hermanos: Javier (11), Claudia (9) e Isidora (4).
Estudio en el Instituto Hebreo, en 8º “E”.
Mis hobbies son escuchar música y ver tele.
Estoy muy contento de realizar mi Bar Mitzvá porque siento que estoy cumpliendo con una tradición milenaria que me une más al pueblo judío y a mis antepasados.

Sheminí

En el octavo día de la inauguración del santuario, Aarón y todo el pueblo trae ofrendas vegetales y animales por expiación. D’s le permite al pueblo acercarse al Santuario a través de sus Mitzvot.
Nadav y Avihú, hijos de Aarón traen un fuego extraño al altar por lo que murieron. Moshé intenta consolar a su hermano Aarón, quien sufre en silencio.
La Torá detalla que entre los animales que hay sobre la tierra, únicamente los que rumian y tienen la pezuña partida son Kasher. De los animales que viven en el agua, sólo los que tienen aletas y escamas. Se enumeran las aves e insectos no incluidos entre los alimentos permitidos, señalando en especial que ningún reptil será Kasher.
Concluye la Parashá con un énfasis entre lo puro y lo impuro, tal como al comienzo enfatizó a Aarón y sus hijos la necesidad de separar entre lo sagrado y lo profano, lo puro y lo impuro.
La Parashá de esta semana nos habla de las leyes de la Kashrut. Una cosa interesante, es que entre los animales impuros está la jasidá (cigüeña), la cual no es de rapiña, por lo que no nos queda claro por qué fue prohibido su consumo. Más aún se nos complica esta decisión cuando vemos que los rabinos establecieron que la Jasidá se llama así porque hace mucho Jésed (benevolencia). ¿Qué mejor que haberla declarado Kasher y que sea un ejemplo para nuestras vidas? Es entonces que nos explican que la Jasidá hace mucho Jésed, pero sólo a los de su especie.
El mensaje que nos da esta situación es que debemos ser bondadosos, pero nuestra bondad no debe tener límites. No sólo debemos ser bondadosos con nuestra familia, nuestro grupo o nuestro pueblo, sino que debemos estar dispuestos a ayudar a quien necesite de nosotros.
Por eso, lo que se espera de todo judío es que sea capaz de “letakén Olam vemaljut Shadai” “Mejorar al mundo con la inspiración de D’s”, lo cual no puede ser cumplido a cabalidad si no podemos hacer Jésed con quién lo necesite.

Shabat Shalom
Nicolás Cosio Lewis

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