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Jukat - Balak
La Parashá comienza explicando qué
pasaba con aquellos que habían tocado un cadáver o habían estado bajo
el mismo techo. Luego se explican las leyes de purificación a través de
una vaca roja. Todos los que habían salido de Egipto murieron en el
desierto, excepto Kalev y Iehoshúa. Luego se relata la muerte de Miriam.
El pueblo comenzó a murmurar contra Moshé por la falta de agua. Fue así
que Moshé golpeó a una roca, en lugar de hablarle, como D’s le había
ordenado. Esto le valió el castigo divino de no poder entrar a la Tierra
Prometida.
Posteriormente se relata la muerte de Aarón y la designación de su hijo
Eleazar como Sumo Sacerdote.
Luego de una guerra contra los Canaanitas, el pueblo nuevamente se quejó
por la falta de agua y alimentos y fueron castigados con una plaga causada
por la mordedura de serpientes. Cuando el pueblo admitió su error, Moshé
ubicó una serpiente de bronce sobre una barra, y quienquiera que la
mirara se sanaría.
En la segunda Parashá leemos la historia de Balak, rey de Moab, quien
contrató a un Hechicero llamado Bilam para maldecir al pueblo de Israel y
así poder derrotarlos. D’s se le aparece a Bilam y le advierte que solo
podrá decir sólo lo que El le indicara.
Balak llevó a Bilam a una colina desde donde podría ver parte del
campamento de los israelitas. Bilam bendijo allí al pueblo de Israel ante
la sorpresa de Balak, quien disgustado por lo sucedido lo llevó a la cima
de otro Monte esperando un resultado diferente. Pero una vez más Bilam
decepcionó a Balak bendiciendo nuevamente al pueblo judío, prediciendo,
además, la supremacía de Israel sobre todos los pueblos de la zona.
Luego de esto los israelitas acamparon en Shitim, donde las mujeres
paganas de Moab, aconsejadas por Bilam, tentaron a los israelitas en la
adoración de Baal Peor y participaran en actos inmorales. Moshé
sentenció a muerte a los pecadores y una plaga se difundió entre la
congregación. Pinjás, el hijo de Eleazar, el nuevo Sumo Sacerdote,
presenció un acto de inmoralidad entre un israelita y una pagana. Él
defendió fanáticamente la ley de D’s ejecutando a los dos pecadores.
Este acto detuvo la plaga, pero la Torá nos informa que ya habían muerto
24.000 miembros del pueblo de Israel.
Vemos en esta Parashá que Bilam no puede maldecir al pueblo judío, y que
además se sorprende por la unión del pueblo, y por su justicia y
rectitud. Podemos aprender de aquí, que el secreto de la supervivencia
del pueblo judío se basa en la unión del pueblo, en su buen
comportamiento y su fe en D’s.
Esto es una mensaje muy actual, ya que ante todas dificultades que vivimos
como pueblo, la respuesta debe ser la unión, el respeto, y la fe en D’s.
Shabat Shalom
Nicolás Zunino P.. |