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Emor La Parashá de esta semana continúa, de cierta
manera, con el tema de la santidad y la pureza e impureza que se leía en
la Parashá de la semana pasada. Aquí aprendemos que los Cohanim
(sacerdotes) debían tener especial cuidado en mantenerse ritualmente
puros por sus tareas especiales. Además no podían tener defectos
físicos. Asimismo, los animales separados para los sacrificios debían
ser físicamente perfectos. Se advierte de no sacrificar a una hembra y a
su cría en el mismo día. La Parashá nos cuenta que hay días en el año
que son especiales, Kedoshim, en los cuales estaba prohibido trabajar. Shavúa Tov |
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